Siempre es propicio acentuar sus valores, pero más aún en estos tiempos donde se tienden a desvalorizarla.
Hace tiempo que la familia es considerada, con total justificación, como "la célula básica de la sociedad", porque es en ella donde nace la vida y se define la persona, su carácter, su personalidad, y sobre todo su educación y comportamiento social.
El ejemplo que un niño recibe dentro de su propia familia es el que lo va a marcar para siempre en su inserción social y en su relación con el prójimo.
El hombre, por naturaleza, está destinado a vivir en familia. Es transmisora de tradición y la institución por excelencia en la que se conservan y transfieren los valores de generación a generación. Por eso la familia es una institución inalterable. Uno nace y muere dentro de la misma familia, y en ella crece pero también la hace crecer y perfeccionarse.
Esta Semana de la Familia nos ofrece una ocasión inmejorable para reforzar el concepto tradicional de familia porque responde a un designio natural irrenunciable.
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